Ángeles con Caras Sucias

Tremenda. La historia de dos amigos, gamberretes en la infancia pero que tomaron caminos muy distintos en la vida, uno entrando y saliendo de prisión contínuamente, y otro haciéndose sacerdote.
Es una historia de mafiosos bastante buena, pero aparte de eso tiene mucho más, es más profunda, con ese grupo de chicos fácilmente influenciables por el mafioso al que adoran, mientras el sacerdote intenta llevarlos por el buen camino.
James Cagney está en su salsa en el papel de mafioso duro e inteligente, papel que repitió una y otra vez en su carrera, pues le sentaba como un guante. El que sorprende en esta película es Bogart, que a diferencia de lo que nos tiene acostumbrados, en esta ocasión hace de jefecillo mafioso blandengue, incluso cuesta verlo en ese papel.
Las historias de los mafiosos, los dos amigos, los chicos, los policías y una mujer, como no, se van entrecruzando y dando lugar a una trama de acción y drama que absorbe al espectador y te mantiene en vilo, sobre todo en la parte final.