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Terror en la Ópera

ID / TMDB / IMDB25395 / 20115 / tt0093677
Otros TítulosOpera (Original), Terror at the Opera (US) , Im Zeichen des Raben (DE) , Ópera (ES) , オペラ座・血の喝采 (JP) , Τρόμος στην όπερα (GR) , Η όπερα του τρόμου (GR) , Opéra (FR) , Опера (BG) , オペラ座/血の喝采 (JP)
CategoríaPelícula (Live Action)
Géneros
Subgéneros, ,
Año1987
PaísItalia
Duración107 Minutos
Productoras, ,

SINOPSIS: A Betty , una joven cantante de ópera, le ofrecen la oportunidad de debutar como protagonista en el
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4 años atrás

Correcto y reivindicable neogiallo a cargo del maestro italiano, Dario Argento.

Luego de guionizar y producir las exitosas “Demoni” (1985) y “Demoni 2” (1986) de Lamberto Bava y haber estrenado el eficiente thriller sobrenatural “Phenomena” (1985), Dario Argento se embarcará en un nuevo proyecto cinematográfico que nacería, dice la anécdota, como una suerte de “venganza” del director de “Suspiria” (1977) ante la fallida producción de la ópera “Rigoletto” (1851) de Giuseppe Verdi, combinando su frustrada y autoreferida incursión operística con una versión bastante libre de la inmortal novela “Le Fantôme de l’Opéra” (1910) de Gaston Leraux, que años más tarde reincidiría con “Il fantasma dell’opera” (1998).

Sin embargo, “Opera” (1987) surgirá en un momento complejo no sólo para el director de “Profondo Rosso” (1975) sino para el giallo como subgénero. Ciertamente, Dario Argento había quedado profundamente amargado por la cancelación de la ópera “Rigoletto” que iba a dirigir, pero más distraído lo tenía el reciente fallecimiento de su padre en plena producción de este film, la compleja relación con Daria Nicolodi – hasta hacía poco su pareja- y el prematuro abandono de Vanessa Redgrave, quien iba a protagonizar el film en el papel de la diva Mara Czekova. Más aún, el giallo, que había tenido en “Tenebrae” (1982) del propio Argento uno de sus últimos momentos memorables, prácticamente agonizaba y sólo sobreviviría con un último impulso a través de la impronta del slasher estadounidense, que también vivía tiempos claramente decadentes. El mismisimo Argento había entendido hacía tiempo lo que ocurría y su apuesta por el thriller sobrenatural en “Phenomena” (1985) no había sido antojadiza, por lo que “Opera” (1987) sería concebida bajo el prisma del neogiallo, subgénero heredero de la tradición giallesca, pero incorporando elemento del slasher, al igual que la aplaudida “Aquarius” (1987) de Michele Soavi.

El hecho de que Argento incorpore elementos del slasher en ningún caso supondría que el maestro italiano perdiera, siquiera, su innegable talento por crear un terror estilístico e impactante, a costa de una historia dramática, con algunos fallos de coherencia narrativa (tan típicos del giallo), pero siempre con el asesino omnipresente acechando desde las sombras y escapando una y otra vez del juicio delator del espectador. Más aún, en “Opera” (1987) Argento retomará con considerable fuerza la faceta voyerista del psicópata, que sólo consigue la liberación sexual a través del asesinato de terceros en frente de quien le obsesiona, en lugar de consumar ese depravado ímpetu sexual, y donde el tema principal es “la mirada de la muerte”.

De esta forma, podríamos decir que el director de “Inferno” (1980) explorará los recovecos más enfermizos del voyerismo, a través de una de las muestras más pervertidas del juego psicópata, pero también el tratamiento del ángel de la muerte de una forma ciertamente poética.

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Me refiero, en concreto, a la presencia y el rol protagónico de los cuervos, que Argento introduce magistralmente en el prólogo como mensajeros de la muerte con esa innegable referencia (y, de paso, declaración de principios) a Edgar Allan Poe y su importante presencia a lo largo del film en los asesinatos, más aún en el clímax cuando atacan y descubren brutalmente al asesino entre el público, en plena ejecución de la ópera “Macbeth” de Verdi.

Otra referencia evidente de la temática de “la mirada de la muerte” está claramente en las escenas de asesinatos,

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comenzando por las icónicas y brutales secuencias en que la protagonista, Betty, además de ser amordazada e inmovilizada, tiene que soportar dos escalofriantes hileras de agujas colocadas bajo los ojos, que amenazan con rasgar sus párpados si se atreve a cerrarlos.
Una magistral, aunque enfermiza muestra de que, si no hubiese abrazado el cine, Dario Argento sería un notable psicópata, en donde se da cuenta, por un lado, de la impotencia de la muchacha por no poder apartar la mirada ante los asesinatos y, por otra, la del morboso voyerista que disfruta de la doble tortura psicológica, la de la víctima y la del testigo impotente.

Spoiler
Con la misma intención narrativa y visual, encontraremos la bestial escena en que el asesino dispara a través de la mirilla a Mira, la representante artística de Betty, mientras ésta veía quien llamaba a la puerta. Daria Nicolodi, que recientemente se había separado de Argento, y que se había mostrado reacia a volver a trabajar con el maestro del giallo italiano, aceptaría participar de la película solamente ante esta increíble secuencia, una de las más recordadas de la filmografía de Argento, y que de paso se alza como carta de presentación para el nuevo tratamiento del giallo, en donde el asesino, además de utilizar el emblemático puñal o cuchillo, se aventura al uso de armas de fuego. Finalmente, bien vale la pena destacar las clásicas escenas de muerte con objetos punzantes, con un gran puñal en la garganta al novio de Betty y unas tijeras a la modista Giulia.

A diferencia de otros giallos, “Opera” (1987) adolece un tanto del carisma de su protagónico femenino, interpretado con poca trascendencia por la bella española Cristina Marsillach (“Every time we say goodbye”, 1986), pero que aún así no se traducirá en una lamentable elección. También encontramos al escocés Ian Charleson (“Gandhi”, 1982), como Marco, un personaje claramente inspirado en el propio Argento de ese momento, un frustrado director de cine de terror que se ve obligado a incursionar en la dirección operística, una paradoja, en todo caso, de lo que le ocurría al director de “Trauma” (1993). A pesar de haber sido diagnosticado con VIH, Charleson regala la más correcta de las interpretaciones del film, cubriendo a Marsillach en sus momentos más irregulares.

Urbano Barberini (“Demoni”, 1985) interpreta al inspector Alan Santini, curioso admirador de la chica, y el director y actor Michele Soavi (“Paura nella città dei morti viventi”, 1980), al otro inspector; Daria Nicolodi (“Suspiria”, 1977, “Phenomena”, 1985) encarna a Mira, la representante de Betty; Colarina Cataldi-Tassoni (“Demoni 2”, 1986; “La terza madre”, 2007) personifica a Giulia, la modista; y la soprano noruego-italiana Elizabeth Norberg-Schultz es la prima donna, Mara Czekova, quien evidente y notablemente aportó con su voz a la banda sonora.

Y a propósito de banda sonora, ante la imposibilidad de contar con el habitual aporte de Goblin, Argento optó por una banda sonora ecléctica que combinó, en líneas generales, de buena forma música clásica, música metal y rock progresivo, destacando piezas de ópera de “Macbeth” (1847) y “La Traviatta” (1853) de Giuseppe Verdi y “Norma” (1831) de Vincenzo Bellini en la voz de Maria Callas, aportaciones progresivas de Brian y Roger Eno, y Claudio Simonetti, líder de Goblin, así como de heavy metal de “No Escape” (1987) de Norden Light y “Knights of the Night” de Steel Grave.

“Opera” (1987) fue un éxito de taquilla en su momento, sin embargo, fue muy mal recibida por la crítica italiana, esencialmente por la decisión de Argento de incluir elementos del slasher estadounidense a la fórmula giallesca. Con el tiempo, no obstante, el film ganaría reconocimiento en la crítica especializada, siendo reivindicada y convertida en película de culto.

En resumen, un film del maestro del giallo italiano que bien vale la pena reivindicar, en especial porque históricamente supone una descripción de la evolución de movimientos y estilos de los subgéneros de asesinos en serie. En él, aún Dario Argento muestra tener un sólido y destacable dominio de la temática psicópata, combinando efectivamente originalidad, demencia y clasicismo.

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Tano
4 años atrás

Muy interesante, bastantes muertes, buena mezcla de música opera con heavy metal, buenas actuaciones, bastante guasa (el psicópata es un desastre, le sale todo mal, y la prota es muy cortita, la pobre) XD Escenas interesantes, mucho misterio (como en cualquier buen giallo) aunque una parte final sosilla.